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Trombofilias y Embarazo. La importancia de un diagnóstico a tiempo

Las personas que padecen trombofilia son propensas a desarrollar trombosis (coágulos sanguíneos) debido a anormalidades en el sistema de la coagulación.

Un coágulo de sangre es una concentración de sangre que se forma cuando ésta cambia de estado líquido a sólido. Cuando nos hacemos un corte o una herida, es normal que el cuerpo produzca coágulos para detener el sangrado. Si una persona padece trombofilia es probable que se produzcan más coágulos de lo normal, pudiendo llegar a causar en algunos casos problemas graves en caso de embarazo a la madre y al bebé. Pero también son muchas las mujeres que padeciendo trombofilia tienen una gestación sana.

Si sabes que tienes trombofilia o existen antecedentes en tu familia y acabas de descubrir que estás embarazada o estás buscando un embarazo, habla con el médico lo antes posible, El tratamiento antes y durante el embarazo puede ayudarte a tener un embarazo y un bebé sano.

Consecuencias de las trombofilias en el embarazo

Si padeces un tipo de trombofilia llamado síndrome antifosfolípido (APS) los riesgos son mayores. El síndrome antifosfolípido es adquirido, es decir, no es hereditario.

Estas son algunas de las complicaciones que pueden surgir:

  • Retraso en el crecimiento intrauterio (RCIU), cuando el tamaño del feto es inferior al que debiera por su edad gestacional.
  • Insuficiencia placentaria. El bebé no recibe el oxigeno y alimento que necesita.
  • Preeclampsia. Presión arterial alta y presencia de proteínas en la orina.
  • Parto prematuro. Antes de la semana 37.
  • Aborto espontáneo. Pérdida del bebé antes de las 22 semanas.
  • Muerte del bebé en el útero antes de nacer, pero después de las 22 semanas de embarazo.

¿Cómo sé si tengo una trombofilia?

Hay diferentes tipos de análisis de sangre para detectar las trombofilias. Si has tenido problemas de coagulación de la sangre o si tienes antecedentes familiares de trombofilias, habla con el médico para que realice los análisis para la detección de la trombofilia.

Muchas de las personas que la padecen no tienen señales ni síntomas. Y lo descubren cuando se les presenta una enfermedad relacionada con un coágulo de sangre, por ejemplo, una trombosis o una embolia pulmonar.

¿Cómo se tratan las trombofilias durante el embarazo?

El tratamiento consiste en la administración de un medicamento anticoagulantes (heparina de bajo peso molecular), que impide que los coágulos se agranden y evita que se formen más. Si tienes el síndrome antifosfolípido y has tenido abortos espontáneos, es posible que te den dosis baja de aspirina y heparina para prevenir que pierdas al bebé.

Tendrás que hacerte controles con más frecuencia y en ellos te revisarán la tensión y te harán análisis de sangre. Además te harán ecografías Doppler para comprobar el desarrollo y crecimiento del bebé y el flujo de sangre que le llega a través de la arteria umbilical. Y también se comprobará la frecuencia cardiaca del bebé para saber si está recibiendo oxigeno suficiente.

Es probable que después del parto el médico mantenga el tratamiento con el medicamento anticoagulante. Consulta con el médico si deseas tomar anticonceptivos, ya que pueden aumentar el riesgo de tener coágulos y es mejor buscar otras opciones.