Desprendimiento prematuro de placenta
El desprendimiento prematuro de placenta es una de las emergencias obstétricas más graves durante el embarazo. Ocurre cuando la placenta se separa total o parcialmente de la pared uterina antes del nacimiento, comprometiendo el aporte de oxígeno y nutrientes al bebé y pudiendo causar sangrado intenso en la madre.
📌 ¿Por qué es tan importante?
- Es una de las causas principales de sangrado en el tercer trimestre, tras la placenta previa .
- Puede provocar complicaciones serias: choque hemorrágico, coágulo, parto prematuro… incluso mortalidad fetal o materna.
- Aunque no es frecuente (0,4–3,5 % de embarazos), una forma grave puede llevar a muerte fetal en 1 de cada 500–750 embarazos.
1. ¿Qué es exactamente?
La placenta está unida al útero y es vital para nutrir al bebé. Cuando se separa antes de tiempo (antes del nacimiento), hablamos de desprendimiento prematuro de placenta o abruptio placentae.
Se clasifica según su gravedad clínica:
- Grado 0: sin síntomas, se detecta al analizar la placenta tras el parto.
- Grado 1: sangrado leve, molestias leves, sin peligro inmediato.
- Grado 2: síntomas visibles, pero sin shock; puede haber estrés fetal.
- Grado 3: sangrado grave, coagulación alterada, riesgo vital para madre o bebé.
2. Causas y factores de riesgo
No siempre se conoce la causa, pero hay varios factores asociados:
- Hipertensión arterial: ya sea crónica o gestacional, incluyendo preeclampsia o síndrome HELLP.
- Consumo de tabaco o cocaína: alteran la vascularización de la placenta.
- Traumatismos abdominales: caídas o accidentes fuertes.
- Rotura prematura de membranas: cuando el líquido amniótico se pierde antes de tiempo.
- Antecedente de desprendimiento en gestaciones anteriores.
- Edad materna avanzada (> 40 años) o multiparidad.
- Factores mecánicos: cordón umbilical corto, polihidramnios, gemelaridad, miomas uterinos...
- Alteraciones en la coagulación o enfermedades cardiovasculares.
Recuerda: La hipertensión y el consumo de tabaco/cocaína son los factores con mayor impacto, y hay formas de reducirlos 🛡️.
3. Síntomas y señales de alerta
Los síntomas principales son:
- Sangrado vaginal: puede ser abundante o apenas perceptible (si queda retenido tras la placenta).
- Dolor abdominal súbito y constante; el útero puede estar "tenso como una tabla" (hipertonía).
- Dolor de espalda constante o intenso.
- Disminución de movimientos fetales: señal de posible sufrimiento del bebé .
- Signos de shock (mareo, palidez, pulsaciones rápidas, baja tensión).
🔍 Importante: La ausencia de sangrado visible no descarta un desprendimiento grave. La sangre puede acumularse junto a la placenta sin salir al exterior .
Indicadores clínicos
En urgencias, se evalúan:
- Tensión arterial, pulso, tensión uterina.
- Monitorización fetal: frecuencia y ritmo cardíaco.
- Análisis de sangre: hemograma, coagulación, grupo y cruce.
- Ecografía: útil, pero no determinante; no siempre detecta el diagnóstico.
4. Diagnóstico diferencial
Se descartan otras causas de sangrado o dolor en el tercer trimestre:
- Placenta previa.
- Ruptura uterina.
- Vasa previa, trastornos digestivos (apendicitis…), entre otros .
5. Tratamiento: ¿Qué se hace?
No es posible volver a reinsertar la placenta. El tratamiento dependerá de:
5.1. Momento del embarazo
- Antes de 34 semanas y leve/moderado: hospitalización, reposo estricto, medicación con corticoides (maduración pulmonar) y monitorización estrecha.
- Tras 34 semanas o grave: se induce el parto o se realiza cesárea, según la condición de la madre y del bebé. Si hay amenaza para la vida, se opta por cesárea urgente.
5.2. Estado materno
- Estable: vigilancia continua.
- Inestable / sangrado intenso: transfusiones, estabilización hemodinámica.
- Posible uso de agentes uterotónicos (oxitocina) para controlar el sangrado posparto.
5.3. Feto
- Si hay distress, se actúa rápido—induciendo el parto o realizando cesárea.
- En menores de 34 semanas, corticoides ayudan a prevenir complicaciones neonatales.
6. Complicaciones que pueden surgir
En la madre:
- Shock hipovolémico, falla multiorgánica, coagulación intravascular diseminada (CID).
- Transfusiones masivas.
- Cesárea de emergencia, a veces histerectomía si el sangrado no se controla.
- Insuficiencia renal o de otros órganos por pérdida de sangre.
En el bebé:
- Mortalidad perinatal (10,5 % en casos graves).
- Restricción del crecimiento intrauterino (RCIU), parto prematuro, bajo peso.
- Sufrimiento fetal, bradicardia, necesidad de cuidados intensivos.
- En casos severos: muerte fetal
7. Prevención: ¿Qué se puede hacer?
Aunque no siempre se puede evitar, sí es posible reducir riesgos:
- Control estricto de la hipertensión durante el embarazo.
- Suspender tabaco, alcohol y cocaína (potencian la vasoconstricción placentaria).
- Evitar traumatismos abdominales: usar cinturón en el coche, etc.
- Vigilancia prenatal rigurosa en casos con antecedentes o factores de riesgo.
- Control de otras condiciones médicas: cardiopatías, trombofilias, miomas…
8. Cuándo acudir cuanto antes 🚨
Si te encuentras en embarazo (especialmente tercer trimestre) y tienes alguno de estos síntomas, acude de inmediato a urgencias:
- Dolor abdominal intenso y persistente.
- Sangrado vaginal (incluso leve).
- Contracciones frecuentes o sin descanso.
- Dolor de espalda acompañado de sangrado o tensión uterina.
- Disminución en los movimientos del bebé.
- Signos de mareo, sudor frío, pérdida de consciencia.
El tiempo es crucial: un diagnóstico y tratamiento rápido puede salvar vidas.
11. Recomendaciones y conclusiones
- No minimices ningún sangrado o dolor fuerte en el tercer trimestre.
- Si tienes hipertensión, historial obstétrico complicado o fumas, insiste a tu ginecólogo en un seguimiento más intensivo.
- Si presentas síntomas como los mencionados, ve a urgencias y pide expresamente que te realicen una monitorización fetal.
- Comparte este artículo con quien pueda necesitarlo: cada minuto cuenta para evitar complicaciones.
Fuentes:
- Mayo Clinic (actualizado en 2022)
- MedlinePlus (2023) .
- Manual Merck y TeachMeObGyn (2023–2024)
- Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO), protocolos y guías nacionales .
✅ En resumen
El desprendimiento prematuro de placenta es un problema serio, que muchas veces no se puede prevenir al 100 %, pero sí se puede detectar y tratar a tiempo. Si te preocupa o notas algo irregular durante el embarazo, habla sin miedo con tu profesional sanitario. Cuídate, acude a tus citas, y no esperes a que sea tarde. Este artículo está aquí para ayudarte a entender mejor y actuar de forma informada. ¡Mucho ánimo y un abrazo! 🤗