clamidia

La clamidia es una infección bacteriana de transmisión sexual que afecta tanto a hombres como a mujeres.

La clamidia durante el embarazo también puede causar una serie de problemas.

La mayoría de las personas con clamidia no saben que tienen la infección. Si no se trata, la clamidia puede causar complicaciones graves, incluida la infertilidad y el dolor crónico. La clamidia es bastante fácil de tratar una vez diagnosticada: unos antibióticos suelen ser suficiente.

Causas de la clamidia

La clamidia es causada por una infección con la bacteria Chlamydia trachomatis. Se transmite por sexo vaginal o anal sin protección con una persona infectada.

¿Cuáles son los síntomas de la clamidia?

La mayoría de los hombres y mujeres con clamidia no tienen signos o síntomas, lo que hace que sea muy fácil de propagar. Algunas personas tienen la infección durante muchos meses o años sin saberlo.

Las mujeres que tienen síntomas pueden tener:

  • Flujo vaginal
  • Sangrado entre períodos o después del sexo
  • Ardor o dolor al orinar
  • Dolor abdominal o pélvico
  • Dolor durante el sexo

Los hombres que tienen síntomas pueden tener una secreción clara del pene o dolor al orinar.

En casos raros, las personas con clamidia tienen dolor en las articulaciones (artritis) o inflamación de los ojos.

La clamidia se diagnostica fácilmente. Tu médico puede tomar una muestra de la vagina, el cuello uterino, el ano o el pene, y puede solicitar una prueba de orina. Estos se envían a un laboratorio para pruebas.

Si crees que tú o tu pareja tienen clamidia, consulta al médico para que ambos puedan hacerse la prueba. Es importante que cualquier pareja sexual de las personas con clamidia sea examinada, incluso si no tienen síntomas.

Tratamiento de la clamidia

El tratamiento para la clamidia consta de un ciclo de antibióticos. Es importante evitar el sexo hasta que finalice el ciclo completo de tratamiento, y durante al menos una semana después. Deberías hacerte otra prueba tres meses después de recibir tratamiento.

Si tienes clamidia, debes informar a tu pareja o parejas sexuales que hayas tenido, ya que pueden estar infectadas y pueden infectarte, y a otros, nuevamente después del tratamiento.

Si tu pareja ha tenido una prueba positiva de clamidia, debe recibir tratamiento aunque haya tenido un resultado negativo. Como la infección por clamidia aumenta la posibilidad de contraer otras infecciones, es importante hacerse la prueba de otras ETS, como gonorrea, hepatitis, VIH y sífilis. El uso de condones y un lubricante a base de agua es la forma más efectiva de prevenir las ETS. Las personas que tienen clamidia por períodos prolongados sin tratamiento corren el riesgo de volverse infértiles o desarrollar artritis. Las mujeres pueden contraer la enfermedad inflamatoria pélvica y los hombres pueden tener epididimitis (una infección dolorosa cerca del testículo).

Clamidia y embarazo

Las mujeres que tienen clamidia no tratada pueden desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica, que puede causar embarazos ectópicos, dolor pélvico crónico e infertilidad. Debido a esto, se realizan exámenes de detección de clamidia y a las mujeres embarazadas menores de 25 años o en riesgo, se les debe ofrecer un examen de clamidia en el tercer trimestre.

Las mujeres embarazadas que están infectadas con clamidia tienen un mayor riesgo de parto prematuro.

Si una mujer tiene clamidia cuando da a luz, el bebé podría infectarse durante el parto. Estos bebés pueden desarrollar una infección ocular (conjuntivitis) o neumonía, y pueden necesitar antibióticos. La clamidia también se ha asociado con bajo peso al nacer.

Los antibióticos utilizados para tratar la clamidia son seguros durante el embarazo y se usan en mujeres embarazadas para muchos otros tipos de infecciones.