Los cambios hormonales y el crecimiento del tamaño del útero van a ser los responsables de la mayoría de los síntomas que acompañan a la gestación.
A principio del embarazo es normal que experimentes cambios frecuentes en tus sentimientos y en tu estado de ánimo, es una reacción frecuente debida a las transformaciones que van a producirse en tu vida con el nacimiento de tu nuevo hijo/a.
Puedes sentirte irritada y sufrir cambios frecuentes de humor, además pueden aparecer temores respecto al nuevo hijo/a.
No todas las mujeres se sienten de la misma forma, depende de su carácter, de las circunstancias que le rodean y del apoyo que disponga en cada momento.
Se producen sentimientos de ambivalencia, alegría, tristeza, ilusión, rechazo, inquietud, preocupación, etc. Puede que te sientas más necesitada de compañía y muestras de cariño de tu pareja, familia y amistades.
En el segundo trimestre es normal que te sientas más tranquila. La experiencia de sentir a tu hijo/a te ayudará a olvidar tus temores.
En el tercer trimestre al acercarse el momento del parto pueden aparecer las inquietudes, estarás impaciente y a la vez preocupada por cómo será el parto, si tu hijo/a nacerá sano y si serás capaz de cuidarlo adecuadamente y sobre todo deseando conocer y tocar a tu bebé.
El embarazo también va a provocar cambios en tu entorno familiar y social. La relación con tu pareja puede verse alterada ya que él también puede experimentar sentimientos contradictorios con respecto al embarazo y al futuro hijo/a, desde temores y preocupaciones hasta alegrías, satisfacción y orgullo. Es posible que en algunos momentos se sienta en un segundo plano, incluso puede tener sentimientos de celos al pensar que no le prestas la misma atención. Por todo esto es fundamental que mantengan una buena comunicación, que preparen juntos la llegada del bebé; compartir las emociones y decisiones será beneficioso ya que ser padres es cosa de dos.
Conviene buscar ayuda en otras personas de tu ámbito familiar y en tus amigos, los abuelos pueden constituir una importante ayuda durante tu embarazo y sobre todo después del parto.
En caso de que no sea tu primer hijo, los hermanos/as pueden vivir con cierta dificultad la llegada del nuevo bebé, ya que van a recibir menos atención por tu parte. Para ayudarlos a adaptarse a la nueva situación, es importante que se sientan partícipes del embarazo y cuidados del nuevo miembro de la familia, procuren contestar a sus preguntas y dudas, consúltenles las decisiones y sobre todo no hagas coincidir el nacimiento con cambios bruscos para ellos (guarderías, sacarlos de su habitación, etc.). Deben tener paciencia y ser comprensivos con las reacciones y comportamientos inadecuados, pues lo único que pretenden es recuperar la atención perdida y recuerden que todo proceso de adaptación lleva su tiempo.
Fuente: Hospital universitario de Ceuta