El sistema circulatorio de la madre es fuente de oxígeno y nutrición para el feto.
La condición del sistema cardiovascular durante el embarazo, es de suma importancia. La cantidad de sangre rica en oxígeno que recibirá el bebé, dependerá de ésta.
Gracias al los intercambios con la madre por la placenta, el feto puede mantener la constancia de su medio interno (homeostasis) y la normalidad de sus funciones, así como crecer y desarrollarse.
La sangre del feto circula por las vellosidades coriónicas, que están revestidas por un doble epitelio: fetal y materno.
El flujo de la sangre materna a través del espacio intervelloso placentario es de aproximadamente 500 mililitros por minuto. El feto recibe oxigeno, glucosa, aminoácidos y otros anabolitos, agua, sales, vitaminas y hormonas; por su parte, elimina hacia la madre CO2, urea, creatinina, etc, y hormonas (estriol).
En algunos casos (como hipertensión crónica) puede producirse la reducción del flujo sanguíneo materno por el espacio intervelloso placentario por constricción de los vasos uterinos. La disminución crónica en los intercambios feto-maternos interfiere mucho en el normal aumento de peso del feto y poco en su desarrollo estatural. Constituye el cuadro clínico llamado de “sufrimiento fetal crónico”.
Es habitual que a partir del cuarto mes aparezcan várices en cualquier zona de las piernas: desde el tobillo hasta los cuadriceps.
La hipertensión venosa en los miembros inferiores contribuye a la producción de edemas en ellos, que se observa en el 30% de las embarazadas consideradas normales. Esto se debe particularmente por el aumento de peso y la mayor demanda sanguínea al crecer el feto.
La sangre circulante por las venas no fluye en forma adecuada, debido a la influencia de tres factores principales:
- El gran aumento hormonal que acompaña la gestación.
- La compresión del útero sobre las grandes venas, lo que provoca una acumulación de sangre.
- La tendencia al excesivo aumento de peso.
Nadar es particularmente beneficioso en este aspecto:
- La presión hidrostática favorece el retorno venoso.
- Las piernas no soportan todo el peso del cuerpo.
Es aconsejable, no utilizar ropas demasiado ajustadas, para no entorpecer la circulación sanguínea.
Algunos embarazos requieren de precauciones particulares. Por ejemplo en casos de hipertensión arterial, cardiopatías, asma, bronquitis, gripe, obesidad, diabetes, etc.
Escrito por María Martina Rama