El conocimiento o dominio de alguna técnica de relajación es de gran ayuda durante el embarazo y el parto.
Hay muchas técnicas para relajarse y todas te pueden servir en estos momentos tan especiales pero la más sencilla para ti es la denominada “relajación de Jacobson”. Mediante esta técnica aprenderás a identificar la tensión en los distintos músculos y relajarlos posteriormente.
Para que puedas utilizar la relajación en el momento del parto, es preciso que practiques estas técnicas durante el embarazo. Al principio puede resultar difícil relajarte, pero con la práctica lo conseguirás.
Postura inicial
Ante todo ponte cómoda, con ropa que no te moleste. Siéntate en un sillón, con la cabeza recostada o túmbate. Cierra los ojos, si te apetece. Un fondo musical suave ayuda a relajarte. Afloja los brazos, respira suave y profundamente: toma aire, retenlo unos segundos y expúlsalo muy lentamente.
Piernas
Dobla los pies hacia arriba y contrae las piernas dejando relajado el resto del cuerpo. Fíjate cómo se tensan los músculos de los pies y pantorrillas, de los muslos y de las nalgas. A continuación suelta y relaja tus músculos sintiendo la agradable sensación de tus piernas flojas.
Brazos
Ahora cierra los puños con fuerza, estira los brazos, concéntrate en la tensión que sientes en ellos. Déjalos caer y afloja todos los músculos que tenías contraídos, nota como tus brazos quedan sueltos y ligeros.
Genitales
Concéntrate en tus genitales y nalgas apretándolos y contrayéndolos lentamente como si estuvieras reteniendo la orina. Después relájalos lentamente hasta que dejes de sentir la tensión y repítelo algunas veces consecutivas.
Pecho
Toma aire llenando los pulmones al máximo; a continuación suelta todo el aire y repite este ejercicio tres veces seguidas. Finaliza respirando libremente.
Hombros
Sube los hombros hacia la cabeza, como si quisieras meterla entre ellos. Concéntrate en la zona que está tensa y después relájala lentamente. Es posible que notes una cierta calma, paz o tranquilidad que invade tu cuerpo poco a poco y que necesitas cerrar los ojos.
Cabeza y cara
Arrugas la frente y las cejas, aprietas la boca y la lengua hacia el paladar, encogiendo los pómulos, como si estuvieras haciendo “muecas” con toda la cara. Luego relájalos notando como la frente queda lisa y los párpados caen suavemente y siente cómo los músculos de la cara se sueltan.
En esta actitud cuenta hasta diez, en voz baja pero escuchándote. Vuelve a contar hasta diez, pronunciando los números sólo para ti, sin que se te escuche. A continuación cuenta nuevamente hasta diez pero mentalmente. Cada vez que cuentas del uno al diez tienes que intentar notar cómo las distintas partes de tu cuerpo están relajadas.
Ahora finalmente todo tu cuerpo puede estar relajado y suelto. Puedes sentirte ligera y con un agradable bienestar. Permanece así unos minutos y aprovéchalo para sentir a tu bebé y comunicarte con él.
Salida del ejercicio
Para volver a la normalidad es aconsejable respirar profundamente tres veces, mover los dedos de las manos y de los pies lentamente. Progresivamente estírate o desperézate como quieras, abre los ojos y levántate cuando te apetezca.
Fuente: Salud Junta de Andalucia