8 cosas que puedes hacer por ti misma si tienes depresión posparto

Se supone que dar la bienvenida a un pequeño bebé a casa es una de las ocasiones más felices en la vida de una mujer. Pero para muchas madres primerizas, la experiencia no siempre es tan halagüeña. Los días que siguen al parto pueden estar llenos de momentos felices, como ver a tu pequeño bostezar con los ojos cerrados o acurrucarse en tus brazos. Pero también habrá momentos en los que te sentirás completamente agotada y no querrás nada más que sentarte en un sitio y no hacer absolutamente nada porque algunos días pueden ser abrumadores.

Es posible que te cueste recuperar el sueño que tanto necesitas y que vivas momentos de confusión o impotencia. Cuando estos sentimientos sombríos y nublados duran más de una o dos semanas, podría ser un indicio de depresión posparto.

Muchas mujeres sufren depresión posparto. Esta depresión, si se deja de lado o no se trata, puede impedirte ser tú misma y realizar incluso las tareas más sencillas.

La mejor manera de afrontarlo es acudir al personal médico que te suele atender. Ellos tratarán de entender tus síntomas y elaborarán el mejor plan de tratamiento para ti. También hay algunas cosas que puedes hacer y que funcionan como grandes estímulos cuando te sientes decaída.

Cosas que te harán sentir mejor cuando tengas depresión posparto

Ser diagnosticada con depresión posparto puede poner una nube sobre lo que en realidad se supone que es un momento encantador. Pero no tiene por qué ser así. ¡Aquí hay algunos consejos para manejar la depresión posparto y recuperar la confianza!

No seas dura contigo misma

No tienes por qué avergonzarte ni sentirte culpable si te sientes demasiado deprimida para disfrutar de esta época con tu pequeño. La depresión posparto es real y válida. Intenta acudir a un ser querido y dedica algo de tiempo a ti misma. ¿Esa amiga que se ha ofrecido a ayudarte a cuidar del niño? Coge el teléfono y acude a ella para que acepte su oferta. Deja que tu pareja u otra persona de confianza se ocupe del bebé durante un tiempo. Tranquilízate un poco, relájate y desconecta, y toma el aire.

Haz pequeños cambios

La mayoría de las pequeñas cosas que tienen un gran impacto comienzan con pasos de bebé. Sí, tu agenda está repleta, pero ¿Qué tal si una vez a la semana te das un masaje en la cabeza o un spa? Quizá hayas olvidado que un buen día de cabello y una piel mimada pueden hacer que una mujer se sienta capaz de conquistar el mundo. Así que, date un capricho con una sesión rutinaria de mimos para el cabello y la piel.

Mantener una dieta sana y equilibrada

Acostumbrarse a comer alimentos nutritivos puede aportar a tu cuerpo los nutrientes que necesitas y ayudarte a sentirte mejor. Puedes tomar tentempiés saludables, como rodajas de manzana, zanahorias picadas y cubitos de queso, que son fáciles de coger sobre la marcha. Y, de paso, no te olvides de darte un capricho de vez en cuando, ¡CERO CULPA!

Haz ejercicio siempre que puedas

Hacer ejercicio durante el embarazo y después del parto es una forma eficaz de reducir los síntomas de la depresión posparto. Caminar con tu bebé en un cochecito es una buena manera de dar algunos pasos y respirar aire fresco. Incluso puedes apuntarte a grupos/clases de ejercicio online para nuevas mamás, que también son perfectos para socializar. Si no puedes incluir una sesión de ejercicio exhaustiva en tu día, ¡no te preocupes! Sólo tienes que poner algo de música en la comodidad de tu casa y ponerte a bailar. Y si tienes dos pies izquierdos, ¡aún mejor! Tu bebé estará muy entretenido incluso con tus movimientos de baile más tontos.

Encuentra apoyo emocional

Puede que quieras ocultar los intensos sentimientos a todo el mundo, pero acercarte a tus seres queridos, especialmente a tu pareja, es una de las mejores maneras de empezar a sanar. Puedes unirte a un grupo de apoyo para madres primerizas. Probablemente descubrirás que la mayoría de ellas también están pasando (o han pasado) por una depresión posparto. Es una forma estupenda de encontrar personas con intereses comunes, tener acceso a métodos probados y encontrar una gran ayuda profesional si así lo decides.

¿Has oído hablar de escribir un diario? Si no lo has probado, ¡debes empezar ahora! No podemos expresar lo liberador que es simplemente anotar cualquier cosa que pase por tu mente.

Dedica tiempo a las cosas que te gustan

Saca tiempo para programar un "tiempo para mí" al menos una vez a la semana. Utiliza este tiempo para desconectar. Duerme una siesta, da un paseo, haz yoga o meditación, ve al cine o date un masaje. Incluso un simple automasaje diario mejorará la circulación sanguínea y relajará tus músculos cansados.

Evita grandes cambios en la vida

Se recomienda no hacer ningún cambio o decisión importante en la vida poco después de dar a luz. Otros cambios importantes en la vida, además de la llegada de un nuevo bebé, pueden causar un estrés innecesario. A veces los cambios importantes son inevitables. Pero, cuando eso ocurra, busca ayuda y apoyo para superarlos.

Tratamiento para el posparto

Si crees que tu depresión posparto no se reduce o simplemente empeora, puedes consultar a tu médico, que puede prescribirte medicación o tratamiento. La terapia de conversación privada o incluso las sesiones de terapia de grupo con otras madres que están pasando por la misma experiencia que tú, pueden ser muy eficaces cuando se combinan con la medicación.

¿Cuándo se debe buscar tratamiento médico profesional para la depresión posparto?

Busca ayuda médica si:

  • Los síntomas duran más de dos semanas.
  • Te sientes extremadamente asustada, ansiosa y con pánico durante la mayor parte del día.
  • Eres incapaz de funcionar con normalidad o de enfrentarse a situaciones cotidianas.
  • Tienes pensamientos de hacerte daño a ti misma o a tu bebé.

Sentirse deprimida tras el nacimiento de tu bebé no significa que seas una mala madre o que tu bebé no te quiera. Tu bebé no tiene más que amor por ti, pase lo que pase. Recuerda que tus amigos y tu familia están ahí para ayudarte. Busca ayuda profesional, tanto para tu salud como para la de tu bebé. Lo más importante es que te des cuenta de que eres más fuerte de lo que crees y de que todo va a salir bien. Lo tienes todo, mamá.

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