Recuperación posparto: Qué esperar

Has pasado unas agotadoras 40 semanas de embarazo, ¡y por fin ha llegado tu pequeño! No hay duda de que leíste toneladas de libros y artículos en preparación para estar embarazada: investigaste qué esperar cuando estás esperando, los diferentes síntomas que podrías experimentar y cómo lidiar con ellos. Ahora es el momento de centrarse en la transición a la vida posparto, que conlleva un conjunto completamente nuevo de preguntas y síntomas de los que preocuparse. Aquí tienes todo lo que necesitas saber.

Recuperación posparto

Independientemente de cómo hayas elegido dar a luz a tu bebé, las seis semanas posteriores al parto se consideran el periodo de recuperación. Aunque hayas tenido un parto lo más fácil posible, tu cuerpo se ha estirado y estresado mucho, por lo que necesitará tiempo para recuperarse. Pero recuerda que, al igual que cada embarazo es diferente, la recuperación posparto de cada mujer será un poco distinta.

¿La buena noticia? La mayoría de los síntomas físicos posparto desaparecen en una semana. ¿La noticia no tan buena? Otros, como el dolor de pezones, de espalda o perineal, pueden durar varias semanas. Se sabe que las pérdidas de leche o los dolores de espalda duran hasta que el bebé es un poco mayor.

Si has dado a luz por vía vaginal, la recuperación del perineo puede durar entre 3 y 6 semanas, tres si no te has desgarrado, pero más si has sufrido un desgarro o una episiotomía. Una pregunta muy común y comprensible que se hacen la mayoría de las mujeres es si su vagina volverá a ser la misma después del parto. La respuesta es que no será exactamente igual, pero es probable que vuelva casi a la normalidad.

Si has dado a luz por cesárea, es probable que pases los 3-4 primeros días de posparto en el hospital. Es posible que pasen entre 4 y 6 semanas antes de que vuelvas a sentirte normal. Además, dependiendo de si has pujado o no y de cuánto tiempo lo hayas hecho, es probable que tengas dolor perineal durante un tiempo.

Hemorragia vaginal después del parto

El sangrado posparto, o loquios, puede durar hasta seis semanas. Será como una menstruación muy abundante: tu cuerpo está expulsando toda la sangre, tejido y mucosidad sobrantes del útero. Por lo general, será más intenso durante los primeros 3-10 días, pero después irá disminuyendo, pasando de un color rojo/rosado a un blanco amarillento.

Si ves coágulos grandes o sangras constantemente más de una compresa cada hora, llama a tu médico. Con suerte, podrá descartar una hemorragia posparto o iniciar un tratamiento. Recuerda: ¡los tampones están prohibidos durante este periodo! Puede ser frustrante, pero la ventaja es que podrás saber mejor cuánto estás sangrando y si debes preocuparte.

Consejos para la recuperación posparto

Para ayudar a cicatrizar el perineo, ponte hielo cada pocas horas durante las primeras 24 horas después del parto. Rocía la zona con agua tibia antes y después de orinar para evitar que la orina irrite la piel que pueda haberse desgarrado durante el parto. Prueba a darte baños calientes durante 20 minutos seguidos, varias veces al día, para aliviar el dolor. Evita estar mucho tiempo de pie o sentada, e intenta dormir de lado.

Si te han practicado una cesárea, cuida la cicatriz mientras se cura. Límpiala suavemente con agua y jabón una vez al día y sécala con una toalla limpia antes de aplicar una pomada antibiótica. Tu médico te dirá si debes dejarla cubierta o al aire. Procura no cargar con nada que no sea tu bebé. Esto también se aplica al ejercicio físico: no levantes pesas, no corras ni hagas ningún tipo de ejercicio vigoroso hasta que el médico lo autorice.

Para los dolores generales, el paracetamol es tu mejor aliado. También puedes ducharte con agua caliente o usar una almohadilla térmica en los puntos doloridos. O, posiblemente la mejor sugerencia, ¡regálate un masaje!

Los ejercicios de Kegel funcionan de maravilla después del parto, pero asegúrate de esperar hasta que te sientas cómoda para hacerlos. No hay mejor forma de recuperar la forma de la vagina, lo que te permitirá disfrutar más de las relaciones sexuales con tu pareja y resolver la incontinencia urinaria posparto. Cuando puedas, haz tres series de 20 cada día.

Si te duelen los pechos, lo primero que debes hacer es asegurarte de que tienes un sujetador de lactancia cómodo. Puedes utilizar compresas calientes (o bolsas de hielo, lo que te siente mejor) y masajes suaves para aliviar el dolor. Si estás amamantando, deja que tus pechos se aireen después de cada sesión de lactancia y aplícate una crema de lanolina para prevenir o tratar los pezones secos y agrietados.

No faltes a las citas con el médico. Esto es crucial para una recuperación tranquila y sin preocupaciones. Tu médico se asegurará de que todo se está curando como es debido y también podrá controlar tu estado emocional. Si te cuesta adaptarte a la nueva maternidad, puede sugerirte cómo hacerlo. Acuérdate también de pedir cita para que te quiten los puntos si has tenido un parto por cesárea, ya que dejarlos demasiado tiempo puede alargar el proceso de curación. Si tienes fiebre, dolor o sensibilidad alrededor de la incisión, díselo a tu médico.

Depresión posparto

Casi todas las madres primerizas sufren depresión posparto. Estás en una montaña rusa de hormonas, lo más probable es que te falte el sueño y adaptarte a tener un bebé no es fácil. Si te sientes desesperanzada, triste, aislada, irritable, inútil o ansiosa de forma persistente durante más de dos semanas después del parto, es una buena idea que hables con tu médico.

No está sola. La depresión posparto afecta hasta a 1 de cada 4 mujeres y no refleja en absoluto tus capacidades como madre. No te avergüences, pero busca ayuda profesional, por tu propio bienestar y por el de tu bebé. Es un momento increíble para tu familia, pero no olvides dedicarte tiempo a ti. Has pasado por muchas cosas y es esencial que te cuides para poder atender mejor a tu bebé.

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