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Salud dental durante el embarazo

El cuidado de los dientes siempre es importante, pero durante el embarazo lo es aún más.

Si estás embarazada, debes prestar especial atención a la salud de tus dientes. De lo contrario, podría tener repercusiones no sólo para ti, sino también para tu bebé. Además, los problemas que se producen durante el embarazo pueden interferir en el proceso de gestación.

Por ejemplo, durante el primer trimestre, las bacterias de la placa pueden viajar por el torrente sanguíneo hasta la placenta y activar las hormonas que desencadenan el parto (prostaglandinas), provocando un parto prematuro.

Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden hacer que tus encías se irriten e inflamen más fácilmente.

El embarazo es un momento de transformación, desde los cambios físicos hasta los cambios en el estilo de vida. Todo ello puede repercutir en la salud dental.

Por ejemplo, las hormonas como el estrógeno y la progesterona aumentan la sensibilidad de las encías a la acumulación de placa. También pueden afectar a los ligamentos y al hueso que soportan los dientes, lo que puede hacer que los dientes se aflojen y que las encías sangren.

Las náuseas matutinas durante el primer trimestre y el reflujo ácido durante el tercer trimestre pueden aumentar la acidez en la boca de las embarazadas.

Por último, algunas mujeres embarazadas experimentan antojos de snacks dulces. El azúcar puede crear un entorno favorable para que las bacterias se multipliquen.

Si desarrollas encías rojas, hinchadas o sensibles que sangran cuando te cepillas, estás experimentando una respuesta exagerada a la placa que se acumula en tus dientes. El cepillado cuidadoso y suave y el uso de hilo dental ayudarán a prevenir esto.

Es importante cuidar los dientes y encías antes del embarazo. Existe un vínculo comprobado entre la enfermedad de las encías en las mujeres embarazadas y el nacimiento prematuro con bajo peso al nacer, que puede poner al bebé en riesgo de una serie de problemas de salud. La investigación muestra que hasta 18 de cada 100 nacimientos prematuros pueden ser desencadenados por la enfermedad periodontal.

Gingivitis y embarazo

La gingivitis es una enfermedad de las encías que no causa daños irreversibles y afecta a la mitad de las mujeres embarazadas. Es el problema dental más común durante el embarazo.

Esto se debe a que las encías de las mujeres embarazadas son más sensibles a la placa debido a las hormonas del embarazo. Este tipo de gingivitis suele aparecer a partir del tercer mes. Por lo general, todo vuelve a la normalidad después del parto.

Las personas con gingivitis tienen las encías rojas, hinchadas y sangrantes. Si no se trata, la gingivitis puede derivar en una enfermedad más grave y causar la pérdida de dientes y daños permanentes en las encías. La enfermedad de las encías también puede causar presión arterial alta durante el embarazo o preeclampsia.

Si crees que tienes gingivitis, tu dentista podrá examinar tu boca y evaluar la situación. También podrá darte consejos de higiene y realizar una limpieza para evitar que el estado empeore.

Sin embargo, lo más importante es mantener una buena higiene dental cepillando los dientes correctamente con una pasta de dientes que contenga flúor y utilizando el hilo dental bajo las encías para eliminar la placa y las bacterias.

También puede ayudar a reducir la inflamación de las encías enjuagándose la boca con agua salada (1 cucharadita de sal en una taza de agua tibia).

Caries y embarazo

Los vómitos durante el embarazo, así como el deseo de comer alimentos dulces, aumentan el riesgo de padecer caries durante la gestación. Sin embargo, hay algunas cosas que puede hacer para reducir el riesgo:

  • Si vomitas, enjuágate inmediatamente la boca con agua o enjuague bucal, ya que la acidez del vómito puede descalcificar el esmalte dental.
  • Después de vomitar, espera 30 minutos antes de cepillarte los dientes con pasta dental con flúor. Esto se debe a que los dientes son más frágiles inmediatamente después del contacto con el ácido. Por lo tanto, cepillarse los dientes en un entorno ácido puede dañar el esmalte dental. Al esperar un poco, la saliva permite que los dientes reabsorban los minerales y vuelvan a su dureza original.
  • Si se producen caries o infecciones durante el embarazo, es importante tratarlas. El segundo trimestre suele ser el momento ideal para recibir el tratamiento, ya que las náuseas suelen haber remitido.
  • Sin embargo, el tratamiento dental puede ser más difícil en el tercer trimestre. De hecho, estar tumbada sobre la espalda durante un largo periodo de tiempo suele ser incómodo para la mujer embarazada y no es recomendable para el bienestar del feto (compresión de los grandes vasos sanguíneos que reduce la circulación de la sangre para el feto).
  • En todos los casos, el dentista valorará la urgencia y la necesidad de tratar la caries inmediatamente o decidirá esperar hasta el final del embarazo y la llegada del bebé.

Visita al dentista

Acude a la consulta del odontólogo, si es posible antes del embarazo, para asegurarte de que tu boca está saludable y si es necesario hacerte una limpieza o tratamiento.

Si estás embarazada o sospechas que lo estás, es importante que se lo comuniques al dentista cuando lo visites. Durante el embarazo, pide a tu odontólogo que verifique tus encías y te diga cómo cuidarlas. Los dentistas y los médicos son cuidadosos al recetar medicamentos a mujeres embarazadas. Algunos medicamentos, como los antibióticos, pueden afectar al bebé.

El cepillado es muy importante

Para evitar la acumulación de placa, lávate bien los dientes y las encías después de cada comida y antes de ir a dormir.

Algunas mujeres embarazadas sienten náuseas mientras se cepillan los dientes. Si el cepillado te hace sentir mal, utiliza un cepillo suave de cabeza pequeña diseñado para niños y cepíllate más tarde a lo largo de la mañana, cuando no tengas tanto náuseas. Concéntrate en tu respiración mientras limpias los dientes posteriores.

Fluoruro

El fluoruro fortalece los dientes y ayuda a prevenir la caries. El flúor en la pasta de dientes o el agua no daña a un bebé en desarrollo. Algunas fuentes de agua, como el agua de un tanque o el agua de algunas ciudades, no contienen flúor y es posible que se necesiten suplementos. Habla con tu farmacéutico o médico en la próxima visita.

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Radiografías dentales

Si es posible, se deben evitar las radiografías dentales durante el embarazo. Si tu dentista considera que es esencial que hacerte una radiografía, se tomarán cuidados y protección especiales.

Calcio

El calcio es muy importante para los dientes y huesos del bebé. A partir de los cuatro meses, los dientes y los huesos de tu bebé comienzan a calcificarse. El calcio y el fósforo necesarios provienen de lo que comes y, si es necesario, de tus huesos. A partir de los siete meses, el bebé necesita aún más calcio y fósforo. Estos minerales se obtienen mejor comiendo alimentos lácteos.

La leche y los productos lácteos son excelentes fuentes de calcio; elije aquellos que sean bajos azúcar.

Si no tomas leche o no comes productos lácteos como el queso y el yogur, elije otros productos ricos en calcio. Consulta a al médico o a un dietista para obtener consejos; pueden recomendarte suplementos de calcio.

La ingesta diaria recomendada de calcio para una mujer (+18) embarazada o que amamanta es de 1,000 mg. La ingesta diaria recomendada de calcio para las adolescentes (-18) que están embarazadas o amamantando es de entre 1,000mg-1,300mg.

Pasar bacterias que causan caries al bebé

Los bebés nacen sin bacterias que causan caries (gérmenes) en la boca. Todos, excepto los recién nacidos, tenemos diferentes niveles de bacterias causantes de caries. Las bacterias se transmiten de persona a persona.

Las bacterias que causan la decoloración se transmiten al bebé por sus cuidadores y familiares a través de, por ejemplo, el uso de la misma cuchara cuando comen o al limpiar el chupete en su propia boca. Los dientes de un bebé están en riesgo de estas bacterias desde el momento en que aparecen los dientes por primera vez.

Los cuidadores, especialmente las madres, pueden reducir la cantidad de bacterias que pasan a sus bebés al mantener sus propios dientes y boca sanos. Recuerda cepillarte los dientes después de cada comida y antes de acostarte, usa hilo dental con regularidad, elije alimentos saludables, limita la frecuencia con que comes alimentos azucarados y visita al dentista con regularidad.

¿Cómo puedo prevenir los problemas dentales?

Los siguientes consejos te ayudarán a reducir los problemas dentales durante el embarazo.

  1. Cepíllate los dientes al menos dos veces al día e, idealmente, después de cada comida o tentempié. Utiliza una pequeña cantidad de pasta de dientes (del tamaño de un guisante) que contenga flúor y cepíllate durante al menos 2 minutos. Cuando hayas terminado, escupe la pasta de dientes, pero no te enjuagues la boca. Ten especial cuidado al cepillar la zona de los dientes a lo largo de la línea de las encías.
  2. Utiliza el hilo dental al menos una vez al día. Esto elimina la placa bacteriana de entre los dientes.
  3. Evita los enjuagues bucales que contengan alcohol. Puedes utilizar un enjuague bucal con flúor para reducir el riesgo de caries. Es importante escupir el enjuague bucal y no tragarlo.
  4. Asegúrate de consumir alimentos ricos en calcio, vitaminas A, C y D, proteínas y fósforo. Las multivitaminas prenatales pueden utilizarse para satisfacer sus necesidades dietéticas.
  5. Reduce el consumo de alimentos con azúcar añadido, ya que favorecen el desarrollo de la placa bacteriana. También hay que evitar los alimentos pegajosos. En su lugar, elige tentempiés como frutas y verduras frescas, frutos secos y productos lácteos.
  6. Cuando consumas líquidos azucarados, como zumos, leche o refrescos, procura tomarlos con las comidas y no beberlos a sorbos durante mucho tiempo. Esto reducirá la exposición de tus dientes al azúcar y dará a la saliva la oportunidad de desempeñar su función remineralizadora.
  7. Visita a tu dentista regularmente. Es importante que le digas que estás embarazada. Una visita en el primer trimestre permite realizar una limpieza de los dientes.

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